“Dentro de la cancha soy la paramédico del equipo, fuera de ella soy mamá de Camila y su fan N° 1”
Conoce la historia de Claudia Donoso y Camila Contreras Donoso, madre e hija unidas por el Fútbol Femenino y su amor por Santiago Wanderers.
Además
de ser la paramédico oficial del Fútbol Femenino Sub17, “La tía Claudia”
como la llaman las chicas, es la madre de Camila Contreras, ex-capitana de la
categoría y una de nuestras jugadores más talentosas, quien junto al resto de
las jugadoras, apoderados y equipo técnico han formado una hermosa familia
wanderina.
Claudia
Donoso se siente feliz de ser parte del equipo técnico del fútbol femenino y se
nota, y aunque en un principio dudó en aceptar el puesto, para no entrar en el
espacio personal de su hija, hoy en día lucha codo a codo junto a Camila y el
resto de las chicas adaptándose rápidamente al equipo.
Si
bien Camila comenzó a jugar por el Decano el año 2014, no sería hasta el 2016
que su madre asumió como paramédico oficial, pasando a mirar los partidos desde
las gradas a la banca técnica. Por lo que para ella es sumamente importante
establecer bien sus roles y no confundir la relación familiar con su trabajo.
De esta manera, han logrado mantener una relación de confianza y cuidado entre
las muchachas, señalando que se siente como una
segunda madre para las niñas.
“Antes siempre había
paramédicos hombres y la verdad es que no es lo mismo, además siempre los iban
cambiando así que era difícil establecer una relación de confianza con el
plantel. En cambio ya son casi tres años desde que estoy solamente yo trabajado
con ellas, así que claro que hay una mayor confianza. Las tengo súper
regalonas”, señala Claudia.
Para
Camila compartir el cariño de su madre con el resto del equipo ya es normal e
incluso bromea diciendo que siempre la deja para el último. Agregando que
agrace que sea su madre quien esté encargada de su bienestar, pues les inspira
confianza a los apoderados de las jugadoras y a las mismas compañeras. Pero
para Claudia también es difícil ser madre y paramédico al mismo tiempo, pues a
veces está llena de emociones durante los partidos, sin embargo debe mantenerse en
silencio y concentrarse sólo en su trabajo.
“Yo cuando estoy en la
banca igual la sufro, soy su fan, pero tengo que escuchar cuando el profe le
llama la atención, la reta, y yo no digo nada. Hago de tripas corazón”.
Por
su parte, Camila se muestra contenta con el ambiente que existe dentro del
equipo en general y nos explica que siente la relación entre el cuerpo técnico,
los apoderados y el resto de sus compañeras como una verdadera familia, que con
los años se ha vuelto cada vez más especial y muy importante para ella.
“Hubo un tiempo en que
lo pasé muy mal, y ellos siempre estuvieron para mí”, recuerda emocionada mientras su
madre nos cuenta que Camila sufrió de Bullying grave en el colegio, pero que
gracias al apoyo del equipo encontró su propio Oasis en el Decano, donde encuentra paz, puede ser ella misma y se
siente libre cada vez que entra a la cancha.
Claudia
recalca la ayuda de Wanderers para las chicas y expresa sus deseos de que el
fútbol femenino siga expandiéndose y tomando más protagonismo, ya que es un
medio que no sólo ha ayudado a Camila como persona, sino también a muchas otras
jóvenes que han pasado por problemas y que pueden cumplir sus metas y sueños
mediante las oportunidades que el club le entrega.
“Ojalá que no se
pierda la importancia que le están dando al fútbol femenino. Realmente
significa mucho sacrificio. Nosotros como Wanderers somos uno de los pocos
equipos que tenemos seguro médicos para las jugadoras, eso es algo fundamental
y el club hace un gran esfuerzo en este sentido. Además, hay muchas chicas del
fútbol adulto que hoy en día pueden estudiar gracias a becas y oportunidades
que Wanderers y profesor Jaime Zapata han logrado gestionar para ellas”.
Camila
afirma que le gustaría seguir representando a Santiago Wanderers tanto como sea
posible y que entre sus aspiraciones a futuro está llegar al equipo adulto del
club y destacar en la selección chilena, donde ya ha sido nominada en varias ocasiones,
compatibilizando su carrera como deportista con sus estudios.
Si
bien, Camila ha logrado llegar a lo alto en su desempeño con el Decano, ella
recalca que no deja que los elogios le suban el ego y que intenta mantenerse lo
más seria y responsable posible como capitana, para así reflejar confianza en
sus compañeras, quienes le apoyan y le siguen el ejemplo. Dentro de este ámbito,
nos cuenta que su recuerdo más preciado con Wanderers y como capitana de la Sub 17 fue
precisamente el día en que su madre viajó con ellas por primera vez como
paramédico.
“El momento que me
hizo más feliz fue el mismo día que mi mamá viajó por primera vez como
paramédico a Temuco, ese día ganamos y pasamos a la semifinal con Wanderers”.
Por
su parte, Claudia se encuentra agradecida y feliz con la oportunidad que le dio
Wanderers y asegura que ella apoyará 24/7 al Decano y a las chicas en todo
momento, como profesional y como hincha.